31 de enero de 2012

Edward Mordrake

Ha pasado algún tiempo sin que escriba nada, pero ha llegado la hora. No he tenido mucho tiempo de experimentar con más formas de suicidio, y dado que no quiero abandonar este blog, he decidido colocar una historia que me pareció fascinante. Se trata de la historia de Edward Mordrake.

Se sabe muy poco sobre la vida de Edward Mordrake, hay muy pocos registros de lo que fue su vida, su muerte y su no muy normal condición. La historia de su vida oscila entre el misterio, la verdad, la fantasía y el horror. La historia que conocemos de él es la que ha sobrevivido a través de los siglos por medio de la tradición oral en su mayoría, aunque basada en un texto de 1896 donde se le nombra por ser parte de las anomalías y curiosidades de la medicina de aquellos tiempos, llamado “The 1896 text Anomalies and Curiosities of Medicine”. Esta es la historia:

Edward Mordrake nació en la Inglaterra del siglo XIX, era miembro de una familia noble. La fecha de su nacimiento yace en el misterio, sin embargo no era un niño normal, Edward había nacido bajo una condición, para su tiempo muy difícil de explicar, es lo que incluso en estos tiempos podríamos llamar un “fenómeno”. Aquella extraña condición que hizo especial a este pobre niño y por la cual su nombre ha sobrevivido y llegado hasta nosotros a través de los años, es el haber nacido con dos rostros.

Es muy probable que gracias a esta condición no se sepa mucho del pobre Edward ya que venía de una familia noble y probablemente los doctores que lo atendían eran médicos cercanos a la familia y que por respeto a ella mantenían la condición de Edward como un secreto.

De no haber sido por que su condición era incapaz de ser ocultada Edward podría haber pasado por una persona normal, se expresaba con elocuencia e incluso pedía a los médicos que lo ayudarán con su condición. Se dice que el rostro que poseía en la parte trasera de su cabeza tenía una expresión maligna, capaz de mover los labios, las cejas, y seguir con la mirada a cualquiera que estuviera a su alcance, que no podía hablar ni comer, sin embargo poseía la facultad de expresar tristeza y alegría. Tenía un aspecto femenino, aunque no de la misma edad que el pobre Edward, sino más bien parecía el de una mujer mucho mayor que él.
Ahora podríamos conjeturar que la condición de Edward era la de tener un “gemelo parásito” sin embargo lo más probable es que habría sido de su mismo sexo.

Debido a esta condición Edward vivió aislado incluso de su propia familia, decía que aquel rostro lo atormentaba cada noche con pensamientos horribles y le susurraba cosas malignas. Desesperado, Edward rogó a los médicos que le extirparan aquel endemoniado rostro, pero los médicos se negaron debido a la dificultad que conllevaba aquella operación; ningún médico de entonces habría querido tomar la responsabilidad de llevar a cabo una operación como esa.

Fue entonces cuando el pobre Edward, abrumado por los pensamientos que aquel inseparable compañero suyo ponía en su cabeza cada noche, tomó la decisión de terminar de una vez por todas con él. Edward sabía que ningún médico podía ayudarlo, así que finalmente a la edad de 23 años, Edward decidió callar aquella voz, aunque la única opción que tenía terminaría también con su existencia misma. Finalmente sin ninguna otra opción a su alcance Edward se suicidó, poniendo fin a una corta vida pero llena de inimaginables tormentos.

Finalmente y después de tantos años Edward no murió ni su acompañante, han sobrevivido a través del tiempo gracias al saber popular y a que han sido parte de cuentos y canciones. Un ejemplo muy cercano de ello es la canción que Tom Waits escribió, titulada “Poor Edward”.

Did you hear the news about Edward?
On the back of his head he had another face
Was it a woman's face or a young girl?
They said to remove it would kill him
So poor Edward was doomed

The face could laugh and cry
It was his devil twin
And at night she spoke to him
Things heard only in hell
But they were impossible to separate
Chained together for life

Finally the bell tolled his doom
He took a suite of rooms
And hung himself and her from the balcony irons
Some still believe he was freed from her
But I knew her too well
I say she drove him to suicide
And took poor Edward to hell